Recuerdo cuando en el 2003 logré mi primer trabajo. En ese entonces mi sueldo estaba ligeramente por encima del salario mínimo, algo acorde para mi reciente y corta experiencia.
Con el paso tiempo llegó una remuneración de componente fijo y variable, era una suma interesante que terminó alimentando nuevos hábitos de consumo y al fin de cuentas terminó reafirmando lo que en introducción a la economía se conoce como la ” propensión marginal al consumo “.
Así fueron pasando los años y con ello persistieron los errores comunes en el campo de las finanzas personales, pensaba para aquel entonces que todo llevaba su curso normal y que las crisis financieras eran escenarios ajenos a mi realidad.
Finalmente decidí hacer lo correcto, ser prudente con el dinero en lo que a orden se refiere y me comprometí a llevar una nueva estructura para el dinero que ingresaba a mi cuenta de ahorros.
Los excesos de cualquier tipo y naturaleza, aunque se disfruten por un par de horas o días, tarde que temprano pasarán factura y harán un agujero a futuro en tus finanzas personales.
1.Elabore una lista de gastos: Esta es la fotografía real de la distribución de sus gastos, sea sincero y preciso, este es el punto de partida para tener conciencia de lo que realmente hace con su dinero. Los ingresos tienen límites, los gastos parecen no tenerlos.
2.Elimine al máximo gastos misceláneos: Los gastos que en cuantía se consideran pequeños con el paso de los días terminan restando una parte considerable de sus ingresos. Trate de identificarlos y eliminarlos a su mínima expresión.
3.Viva por debajo de sus posibilidades: No es fácil cambiar de hábitos, pero siempre hay un primer paso para hacerlo realidad. Pruebe otras alternativas más económicas que le permitan satisfacer sus gustos, seguro las hay, estamos en un mundo globalizado.
4.Compre lo necesario: Elimine la ansiedad por realizar compras de manera continua. Nuestro mundo nos ha bombardeado de marketing, es natural salir y sentir esa necesidad de comprar algo para sentirnos satisfechos.
5.Coma en casa o en la oficina: Además de apuntarte a tus propias recetas y a comer más saludable, vas a sentir un alivio financiero que se reflejará en el saldo de fin de mes. Esto no significa que te encierres siempre en estos dos espacios.
6.Disponga de solo una tarjeta de crédito: Para que tener más de una tarjeta de crédito si tus ingresos no te lo permiten. Es mejor gastar lo que tienes a quedar expuesto a cuotas fijas por varios años.
7.Sea selectivo en las invitaciones: Es gratificante invitar a nuestros amigos y familiares, pero esto debe reservarse para ocasiones que lo ameriten y/o para cuando se esté holgado financieramente.
8.Page las vacaciones con recursos propios: Salir y conocer nuevas culturas o lugares es una experiencia única, creo que a todos nos gusta. Si vas a financiar tus aventuras o días de descanso por unos millones, recuerda que vas a endeudarte por años.